Artistas: Lina López / Francois Bucher
FIAC (Hors murs)
“El tiempo que queda” pone en marcha una cronología mítica que desarma el tiempo lineal o cronológico.
La instalación consiste en varias semillas de helicóptero levitando fijadas en líneas de pesca, que se ciernen sobre los ventiladores colocados debajo de cada uno. Cada uno también se ilumina desde abajo, produciendo un efecto de parpadeo similar a una película que se proyecta. Al igual que las polillas o las mariposas, parecen desafiar el tiempo lineal donde una semilla volante se desliza naturalmente de A a B, antes de llegar al suelo, creando un bucle de línea de tiempo que está atrapado en una especie de presente alterno.