INDEPENDANT CURATOR
LA DURACIÓN DEL PRESENTE | Cicus Ubicua, Sevilla (España) | 2014
Curadora de la exposición: Lina López
Artistas: Francois Bucher / Lina López
“Los ciegos y el elefante” es una parábola de la India ampliamente difundida en todo el mundo. Cuenta la historia de seis ciegos que fueron a tocar a un elefante para ver cómo era: El primero tocó su pata y dijo que el elefante era como un pilar. El segundo tocó su cola y dijo que era una cuerda. El tercero tocó su tronco y dijo que era como una serpiente. El cuarto el oído y dijo que era como un ventilador. El quinto tocó su vientre y dijo que era como una pared y el sexto tocó su colmillo y dijo que era como una lanza. Los seis tocaban el mismo animal, cada uno lo percibía de manera diferente, pero ninguno percibía al elefante entero.
“La duración del presente, notas sobre la frecuencia” comienza donde termina esta parábola. Se propone como búsqueda de la relación con el todo; Como si estuviéramos entrando en un diagrama del “arte de la combinatoria” donde cada aspecto particular está en una relación compleja con otros. Las piezas de la exposición luego preguntan sobre la dinámica del todo y su parte; apuntan a un conocimiento olvidado -a veces reprimido- a una ciencia mágica, que es la ciencia de lo irreductible.
La ruta comienza con un corredor que se ha convertido en un observatorio solar; Se ha convertido en un cuerpo que experimenta el amanecer y el atardecer. A partir de este movimiento, se puede captar el origen de cada denominación del tiempo: los minutos, las horas, los días, los meses y el año. A través de la observación y registro periódico de los acontecimientos solares, uno puede tomar conciencia de una noción olvidada por nuestro cuerpo: que el tiempo no está gobernado por las manecillas del reloj, sino por nuestra relación con el movimiento del sol.
Después de cruzar este corredor de tiempo nos enfrentamos a 7 esferas colgantes o “resonadores de Helmholtz” -instrumentos creados para analizar la percepción de los tonos a nivel fisiológico. Fabricadas a mayor escala que los originales del siglo XIX, estas esferas capturan frecuencias planetarias imperceptibles al oído humano y sienten un nuevo acercamiento a las correspondencias, entre el Universo y el cuerpo.
Volviendo al corredor a la derecha, encontramos 7 discos de tiempo; esta instalación se refiere a “La Jetée” de Chris Marker, que narra un viaje a través del tiempo, a través de la conciencia de un hombre que accede al pasado para visitar el momento en que percibió la imagen de su propia muerte, en el futuro.
Esta pieza consta de una serie de discos en escala descendente. Cada disco es un tiempo que contiene otras veces. Su combinatorial convierte al que la recooren, en un viajero del tiempo.
El concepto de tiempo exponencial se refiere al multidimensional, un presente de los códigos vivos: el tiempo mítico. Las 7 semillas aluden a un mito de la cultura “Kogi” (ÁRBOL DE LA SIERRA), donde se describe un arco iris, el árbol más sagrado de todos los árboles. Éste tiene hojas rosadas y violetas, y cuando el viento las toca se convierten en mariposas.
El recorrido termina con una palabra invertida que no se puede leer directamente; sólo se puede leer a través de un espejo de agua. El objetivo principal de esta pieza es revelar la naturaleza aleatoria de un concepto que sólo puede ser percibido como una reflexión.